Cuando estaba en el interior de la Iglesia me encontre este simpatico gato que retozaba placidamente cerca al pulpito me hizo recordar que la casa de Dios es para todos los que la necesiten, siempre y cuando vayas con un noble y limpio corazon .
A veces las buenas fotos aparecen donde menos lo pensamos y el Señor siempre proveera.
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